Bancos de Semilla Comunitarios: Una alternativa para la seguridad alimentaria
Flavia Peralta habita en la comunidad Las Carpas No. 2 en el municipio de Rancho Grande, Matagalpa, ella es parte de las familias campesinas que han sido beneficiadas con el Banco de Semillas Comunitario (BSC), habilitado en esta comunidad.
Flavia está satisfecha con la iniciativa, pues antes de que fuera implementada, ella tenía que recorrer largas distancias para comprar la semilla con el riesgo de que esta no fuera de calidad. “Ahora pues aquí no más está la semilla, si necesito 50 libras, porque es lo que yo siembro para la comida, ya la tengo aquí a mi alcance” expresa con entusiasmo.
Ella refiere que cultiva granos básicos, porque “es lo esencial en nuestro plato, nosotros nos alimentamos del maíz, los frijolitos y el arroz; eso no nos debe de faltar, es muy importante tener este banco de semilla para nuestra alimentación”.
En el municipio de Rancho Grande existen nueve bancos de semillas en igual número de comunidades en los que se encuentran asociadas 285 familias. Los BSC han sido puestos en marcha por la Asociación para la Diversificación y Desarrollo Agrícola Comunal (ADDAC), y son parte de un proyecto que apoya el empoderamiento de las familias para una vida digna.
Otto Zeledón, Coordinador de Proyecto de ADDAC, expone que la finalidad de los BSC es mejorar la seguridad alimentaria y contribuir a la resiliencia de las comunidades ante factores adversos generados por el cambio climático. Refiere que uno de los objetivos de la iniciativa es que las mujeres y los jóvenes de estas comunidades puedan establecer sus propias iniciativas productivas.
Los bancos de semilla han permitido la organización de asociados en la comunidad y el empoderamiento económico de muchas mujeres, generando un impacto mayor del esperado. Así lo explica Otto: “Los bancos de semilla generan un impacto, no solamente en la parte de seguridad alimentaria, sino también en la parte organizativa de las comunidades, los problemas para asegurar semillas para cada ciclo productivo estimulan un interés de la gente por organizarse, generando una dinámica que antes no se miraba.”
Empoderamiento económico de mujeres
Los BSC están generando el surgimiento de iniciativas económicas que benefician a muchas mujeres de estas comunidades, Otto refiere que “hay mujeres que a través de estos bancos de semilla no solo han establecido cultivos de granos básicos, también han nacido microempresas, por ejemplo, una señora que sembró dos manzanas de frijoles y le fue bastante bien, puso un engorde de cerdos, luego comenzó una pulpería como otras formas para generar ingresos.”
Reina Soza, socia del BSC de la comunidad Yaosca, comenta que “cuando no teníamos este proyecto, las mujeres no teníamos nada, no sembrábamos porque no teníamos como, los que sembraban eran los varones”. Ella asegura que ha logrado sembrar hasta dos manzanas y media de frijoles, “el año pasado prestamos tres quintales y devolvimos seis” afirma con satisfacción. Con la producción del año pasado logró vender una parte para salir de algunas deudas y guardó otra parte para el consumo. “Nosotros antes de este proyecto comprábamos para comer, teníamos que comprar y ahora que sembramos los frijoles, ya no los compramos y mantenemos los frijolitos para comer” asegura.
En tanto, Juan Cruz Herrera, vicepresidente del BSC, de la comunidad las Brisas Central comenta que la gente está agradecida porque tener un banco de semilla es una ayuda para toda la comunidad, pues con semillas disponibles la visión de la gente es aumentar la producción. “Ha sido un gran beneficio porque a veces hay gente que no tiene un quintal de semilla para sembrar, y aquí ahí no más le dicen, mire aquí está el quintal, tome, y entonces la gente alegre, lo siembra y está bien agradecida porque lo que quiere es producir más” reitera.
Ventajas
Una de las ventajas de los BSC es que los socios o socias no tienen que pagar con dinero la semilla adquirida, sino con el mismo grano una vez que recogen sus cosechas, “a los socios se les entrega un quintal y ellos deberán devolver dos” explica Otto.
Otra ventaja es que el banco no solo beneficia a los socios, pues los excedentes de semilla son prestados a otras personas que no son miembros del banco y así se cumple una función comunitaria.
Desarrollando capacidades comunitarias
La habilitación de los BSC incluye procesos de capacitación para los asociados a quienes se les transmite conocimientos relacionados con el manejo y conservación de los granos, los procedimientos para seleccionar la semilla de calidad, el manejo de los granos pos-cosecha, así como conocimientos sobre soberanía y seguridad alimentaria.
Ronald López Castro, socio del BSC en la comunidad Pájaro San Juan, señala que además de contar con la semilla para su producción, ha tenido acceso a conocimiento para mantener la calidad de los granos, “hemos recibido capacitaciones para saber cómo se guarda la semilla, cómo curarla, para entregar una buena semilla o tener una buena semilla nosotros en nuestros hogares” explica.
Como funcionan
Para la conformación y funcionamiento de los BSC existen varias modalidades según el nivel organizativo de cada comunidad. En la mayoría de comunidades existe una directiva del banco de semillas y esta es la que se encarga de administrar las semillas que se guardan. En algunas comunidades en vez de una directiva se elige a un coordinador, y en otras comunidades (tercera modalidad) se elige una comisión de tres miembros.
Las gestiones de ADDAC para obtener recursos de apoyo permitieron que los bancos de semillas fueran equipados con silos metálicos, galeras de secado, balanzas con capacidad de hasta 4 quintales y zarandas para limpieza de granos, entre otros equipos o herramientas.
La experiencia de ADDAC en otros municipios
Además de la experiencia de los BSC en Rancho Grande, ADDAC ha implementado esta iniciativa en 4 municipios más: Matagalpa, El Tuma-La Dalia, San Ramón y Matiguás. En total ha constituido 27 bancos en 31 comunidades, asociando a unas 763 familias campesinas.
Estos bancos trabajan con 11 variedades de Frijol entre criollos, acriollados y mejorados, así como 7 variedades de maíz entre criollas y mejoradas.
Actualmente en la zona húmeda de Rancho Grande se está experimentando con la siembra de arroz de Secano, en las variedades Irval, arroz amarillo y arroz Anar 90.