María Auxiliadora Zamora, la lideresa que le quitó la sed a su comunidad

By ENI Nicaragua
In noviembre 28, 2022
460 Views

Durante años el problema de abastecimiento de agua en la comunidad Puente de Paiwas fue un suplicio para sus habitantes. Las mujeres tenían que recorrer grandes distancias con sendos baldes en la cabeza para poder llevar el agua a sus hogares.

Pero un día el dueño de una hacienda cercana decidió ayudar a la comunidad y cedió a los comunitarios una fuente de agua ubicada en sus tierras.  La comunidad conformó su Comité de Agua y gestionó ante un organismo de cooperación su proyecto de agua. Con el organismo lograron conseguir financiamiento y hacer un estudio para verificar la potabilidad del agua, pero además consiguieron asistencia técnica de la Empresa Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ENACAL). Así lograron instalar las tuberías desde la fuente de agua hasta sus casas.  La comunidad por fin tenía agua potable.

Pero la felicidad de las familias de Puente de Paiwas no duró mucho tiempo. Dos años después el dueño de la hacienda falleció, y su hijo que radicaba en el extranjero regresó para asumir la administración de la finca y este le quitó a la comunidad lo que su padre les había cedido.

Así lo relató doña María Auxiliadora Zamora, una reconocida lideresa de la comunidad y principal promotora del proyecto de agua.

Ella recuerda que cuando tuvieron el visto bueno del hacendado para acceder a agua en sus tierras, “nos organizamos y gestionamos; luego vinieron los de Agua para la Vida, hicimos reuniones y nos pusimos a trabajar, hicimos la captación y pusimos la tubería, pero solo tuvimos agua durante dos años porque el hijo del señor vino y nos quitó el proyecto y volvimos a estar sin agua potable”, afirma con nostalgia. “Nos dijo que él no había regalado nada, que había sido su padre, pero que él ya no estaba; nosotros teníamos papeles, pero no quisimos pelear”, evoca María Auxiliadora.

“Aquí siempre ha sido bien triste lo del agua, hay unos pocitos, pero quedan largos, ahí todo mundo va a traer agua”, refiere, a la vez asegura que el problema de la falta de agua afecta desde hace años a varias comunidades de la zona.

María Auxiliadora recuerda que luego que el proyecto fue suspendido por el hijo del benefactor de la comunidad, las cosas se pusieron difíciles porque nuevamente había que recorrer largas distancias en busca del agua, “un día me fui a un pozo que queda ahí por Paiwitas (comunidad aledaña), para que me regalaran agua, porque no teníamos para el consumo, entonces me dicen que espere que se haga de noche porque al dueño de ahí no le gusta regalar el agua, que me iban a regalar en la noche para que él no se diera cuenta”.

“Eso me dio mucha tristeza, entonces un día me dije, no podemos seguir así, yo voy a buscar el agua para mi comunidad”, asegura María Auxiliadora. Ese día se lo propuso y no desistió hasta lograrlo, pero nuevamente no fue tarea fácil.

Otro intento infructuoso

María Auxiliadora volvió a organizar a la comunidad para gestionar nuevamente el agua.

Ella recuerda que una organización británica que apoyaba este tipo de iniciativas les prometió ayuda, pero luego cambiaron la directiva de la comunidad, reunieron dinero y compraron un terreno cerca del cerro Musún, ahí había agua y desde ahí sería trasladada hacia la comunidad. Sin embargo los miembros de la directiva se apropiaron del solar y no se logró concretar el sueño de tener agua potable nuevamente. “Recogimos dinero y compramos un predio con una fuente de agua ahí por el Musún, pero no se hizo nada, porque la directiva se lo cogió,” lamentó la lideresa.

“Comunidad sedienta, ya no más”

La urgente necesidad de tener agua potable llevó a María Auxiliadora a tomar una decisión, ya no seguiría gestionando con organismos ni instituciones, en lo sucesivo asumiría ella y su familia su propio proyecto, pero sin dejar a un lado su rol de lideresa comunitaria, es decir, el proyecto no solo sería para el beneficio de su familia, sino de toda la comunidad.

“Un día le dije a mi marido, andá a Matigüas y buscá a Adán Rivas, (un señor reconocido por encontrar fuentes de agua), para que venga a buscarnos agua aquí”, rememora María Auxiliadora.  Ella continuó relatando: “lo trajo, vino el señor y empezó en el solar, se puso un alambre en la cintura y recorrió el solar y después nos dijo ´aquí tienen agua, ustedes tienen agua, en tres partes hay agua.’”  Sin embargo recuerda que el señor les advirtió que el pozo les iba a salir caro porque el agua estaba a 19 metros de profundidad. “Pero nosotros estábamos decididos a hacerlo así tuviéramos que desprendernos de lo que fuera” asegura.  “El señor trajo su gente y empezó a trabajar; el agua estaba a siete metros”, recuerda María Auxiliadora, quien además afirma que le dijo a don Adán que ahora tenía que excavar los 19 metros que él dijo para que no faltara el agua.

María Auxiliadora asegura que cuando el pozo estuvo listo le dijo a sus vecinos más cercanos: “Aquí ya no habrá más sed, vamos a beber agua. Prometí que tendríamos agua y le vamos a regalar agua a toda la comunidad”.

Días después llegó El MINSA a examinar el agua “le hizo el estudio y salió buena”, refiere.

Para completar el trabajo de hacer realidad el sueño del agua, María Auxiliadora y compañero compraron un filtro, una bomba de succión y tuberías e instalaron grifos en varios puntos del solar para que la gente se abasteciera.

El pozo tiene ya 8 años de existir y actualmente se abastecen de agua unas 12 familias de la comunidad Puente de Paiwas, antes eran más, pero otros comunitarios siguieron su ejemplo y ahora existen otros pozos.

Una lideresa completa

María Auxiliadora tiene 73 años, pero desde su juventud ha asumido el rol de lideresa comunitaria involucrándose en diversas tareas; es partera desde los 20 años de edad, ha trabajado como brigadista de salud, es productora, se organizó en la Cooperativa de Mujeres Productoras de Rio Blanco donde fue parte de la directiva y es promotora agropecuaria. También ha trabajado con grupos de mujeres en la prevención de la violencia de género.

Al pedirle que le envié un mensaje a las mujeres jóvenes de la ruralidad, lo primero que afirma es “que si quieren hacer algo, que se lo propongan y no lo suelten, que no tengan miedo, que siempre sigan adelante, si en unas cosas les va mal, en otras se reponen.”

 

Estrategia Nacional de Involucramiento - ENI Nicaragua
La ENI Nicaragua es facilitada por el Instituto Nitlapan de la Universidad Centroamericana UCA
  • Rotonda Rubén Dario, 150 mts al oeste, edificio Nitlapan. Campus UCA. Managua, Nicaragua
  • +(505) 2278 1343