Tensión en comunidad miskita por nueva amenaza de invasión de colonos
Una vez más comunitarios de pueblos indígenas de la Costa Caribe Norte, viven la zozobra por las amenazas de invasión de colonos a sus comunidades y territorios.
En esta ocasión comunitarios de la comunidad miskita de Sangnilaya, ubicada sobre la rivera del Rio Wawa, denunciaron que el 6 de enero pasado, ingresó a tierras de esta comunidad, un camión lleno de colonos con intención de pasar al otro lado del río, con el argumento de “inaugurar» una capilla evangélica en el sector conocido como Klisan. La denuncia la ha hecho pública la organización comunitaria Prilaka Community Foundation.
De acuerdo a la información difundida por Prilaka, ante la inminente nueva invasión de colonos, el día 7 de enero, 48 comunitarios y comunitarias de Sangnilaya se organizaron e ingresaron al sector donde hicieron presencia los colonos, para verificar lo que ellos catalogan como “un nuevo intento de ocupación ilegal y violenta”.
Disparos intimidatorios
Los comunitarios relataron que los invasores realizaron disparos de escopetas en siete ocasiones, según ellos con la finalidad de atemorizarlos para que se regresaran a la comunidad.
De acuerdo a Prilaka, los lideres comunitarios de Sangnilaya, expresaron que hacen responsable al Estado de Nicaragua, al gobierno regional, y a la policía nacional, de cualquier suceso lamentable que ocurra, por incumplir sus promesas de saneamiento, de desarme y desalojo de las bandas armadas; además por no haber procedido a investigar las denuncias que los comunitarios y comunitarias han realizado de arrendamientos y ventas ilegales avaladas por autoridades comunitarias y la autoridad territorial, quienes gozan del apoyo del gobierno regional y de las autoridades policiales.
El grupo de comunitarios que ingresó al sector donde estaban los colonos armados dijo que “Una parte de los colonos estaban apostados sobre árboles y pies de árboles de cocos, otros colonos estaban montados en bestias, también armados y en posición de amenaza” relata la publicación.
Logran entablar comunicación con los colonos
De acuerdo al relato de los hechos, la comisión conformada por los comunitarios de Sangnilaya logró hablar con los colonos. “Se les dijo claramente que deben abandonar esas tierras. Que la comunidad regresará entre febrero y abril, periodo de la siembra de primera, a cultivar sus tierras. Que no tienen miedo a los disparos, porque no le han robado a nadie y que están en sus tierras ancestrales. Que tampoco tienen intenciones de provocar algún enfrentamiento ni nada parecido. Que lo único que quieren es que los colonos abandonen las tierras” dice parte del relato.
Afirmaron también que el colono que se prestó a atender a la comisión, se identificó como un cuidador de esas tierras, las que según él son unas 3500 manzanas que fueron compradas y que debían hablar con la dueña.
Prilaka informó que la comunidad de Sangnilaya se reunirá próximamente en asamblea para tomar una decisión al respecto, y recordó que existe un marco jurídico que protege las tierras comunales, en este sentido menciona puntualmente la Ley No. 28, “Estatuto de Autonomía de las Regiones de la Costa Caribe de Nicaragua” la que estatuye en su artículo 36, inciso 1, que: “Las tierras comunales son inajenables; no pueden ser donadas, vendidas, embargadas ni gravadas, y son imprescriptibles”.
También hizo alusión a Ley No. 445, “Ley del Régimen de Propiedad Comunal de los Pueblos Indígenas y Comunidades Étnicas de la Regiones Autónomas de la Costa Atlántica de Nicaragua y los Ríos Bocay, Coco, Indio y Maíz” la que sostiene que: “Las autoridades comunales tradicionales podrán otorgar autorizaciones para el aprovechamiento de las tierras comunales de los recursos naturales a favor de terceros, siempre cuando sean mandados expresamente para ello por la Asamblea Comunal,” cosa que no ocurre.
Los comunitarios afirmaron que “La asamblea de la comunidad de Sangnilaya nunca ha autorizado ningún arrendamiento de sus tierras, porque no hay ninguna garantía del derecho de dominio. Ante la impunidad permitida por el Estado, la violencia armada supone el despojo de facto de la propiedad comunal si la comunidad no desarrolla la capacidad de cuidado y protección de sus derechos territoriales”.
Respecto a los hechos, la publicación de Prilaka concluye diciendo que lo que la comunidad de Sangnilaya ha realizado es una apuesta pacífica y valiente por el presente y el futuro de sus derechos de propiedad comunal, de sus bosques, de su cultura, de sus medios de vida, de sus comunidades, y de sus familias.
La comunidad miskita de Sangnilaya está asentada en la ribera norte del rio Wawa, forma parte del bloque SIPBAA, un grupo de seis comunidades (Sangilaya, Il Tara, Panua, Butku, Auhya Tara y Auhya Pihni), que se unieron para cuidar los bosques, promover el saneamiento y defender sus territorios de forma pacífica.
De acuerdo a información de Prilaka, Sangnilaya resiste a las invasiones de colonos desde el 2009. En tres ocasiones (2009, 2011, 2014), ha expulsado de sus tierras a colonos que habían intentado ocuparlas sin su consentimiento.
Desde octubre del 2016, cuando la autoridad territorial avaló el ingreso de 50 familias de forma ilegal, sin consentimiento de las asambleas de las comunidades SIPBAA, el esfuerzo de las comunidades se ha centrado en demandar a los colonos que desalojan las tierras que han ocupado, en denunciar ante las autoridades las ventas y arrendamientos ilegales y en intentar cambiar a sus autoridades corruptas, aunque hasta la fecha no han logrado los resultados esperados.